...el doble retrato que André Gorz traza del "trabajador científico técnico", señor de un flujo de conocimiento de información y de formación, pero tan absorbido por el capital que en él coincide el reflujo de una imbecilidad organizada, axiomatizada, que hace que, por la noche, cuando vuelve a su casa, encuentre sus pequeñas máquinas deseantes rebotando sobre un televisor, ¡desesperación!
viernes, 2 de mayo de 2008
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