miércoles, 30 de mayo de 2007

Salón de Clases

Desperté en un salón de clases, era de mañana, estaba vacío, yo estaba crudo... también vacío. Traté de recordar lo que había sucedido. Siempre es igual, no hay recuerdo de mis vagabundeos. Mejor era el pizarrón para expresar cómo me encontraba, gis borroneado. Las lineas de el día anterior se habían difuminado, seguro había una colección de personas en las que mi aventura había quedado fragmentada. El dueño del bar, o el dealer, la lluvia, las llantas rechinando en la calle y el cabrón que manejaba el carro que casi me atropeya, el perro al que le menté la madre después; estos son sólo suposiciones.

A decir verdad no hay nada que me pueda extrañar de despertar aquí, no se por qué, no sabría decirlo con certeza. Quizás sea la sensación del gis en las manos.

Salgo del salón y todo vuelve a la normalidad.

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