miércoles, 24 de octubre de 2007

jueves, 18 de octubre de 2007

bins, transcripciones, raíz (VI)

[Recuerdo de lo que] †Fuimos:

Tomaba dictado, Su dictado, pero hablaba tan rápido que las imágenes escapaban de mi imaginación antes de que pudiera transcribirlas y acomodarlas correctamente: Un paracaidista flotando en un abismo por días y días, de vez en cuando lluvia que caía sobre él, a veces a momentos, a veces durante días y días; hombres con traje caminando por las calles de una zona de la ciudad y secretarias a sus pies como pavimento, sosteniendolos y limpiando sus zapatos con cremas y barniz, mientras que en otra zona de la ciudad sucedía lo mismo pero de manera inversa; millones de niños cantando en una iglesia monumental (del tamaño del abismo, Él decía) y la reverberación de su voz haciendo a las paredes frágiles como moronas de pan, con tonos tan obscuros como la sangre.

Pero hablaba más rápido aún, hablaba y hablaba mientras que yo sólo era un archivero. Hablaba por teléfono, también, por miles de lineas telefónicas a la vez: una multitud de recados deambulando en el cableado de las compañias telefónicas. Los operadores lo transferían de un lugar a otro mientras que las grabadoras se esforzaban por recopilar la mayor cantidad posible de datos.

Todo ello se procesaba en enormes edificios industriales, los cuales en sus sótanos trataban de albergar, con dificultades, las marañas de cableado telefónico, donde habitaba la voz de La Boca, del Dictador. Algunos pisos más arriba se transformaban Sus palabras en los más diversos productos para el consumo y el culto a los dictados. En el resto de los pisos se transcribía todo: "guardar y acumular" era el lema. La empresa era pleonasmática. La vida en el pleonasmo era cómoda.





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La siguiente transcripción fue encontrada en los restos de un archivero.
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Fecha no especificada

Ella estaba parada frente a la zona industrial cuando fue violada, lloraba , seguía desnuda y estaba golpeada, de su vagina caían gotas de sangre y semen. El suelo era infertil, razón por lo cual, germinaban, crecían y florecían bajo sus pies grandes edificios industriales de sótanos inmensos. Paliado por el asombre que le causaba el conjunto de sus nuevos "hijos" su llanto disminuyó, siendo sustituido por una imparable verborrea que fue registrada palabra por palabra por sus propios hijos.

Ese día a ella se le vio reír como nunca antes se le vio reír a nadie. "Quiero al sol" decía mientras todos a su alrededor proferían gritos como respuesta. Uno de los archiveros que se encontraba ahí, sin embargo, no comprendía si los gritos pretendían responder, a aquellas risas, de manera afirmativa o de manera negativa y de semejante confusión brotó de él lo que algunos pensaron eran lineas telefónicas que se extendieron hacia el cielo y se multiplicaban a cada segundo, a cada grito y a cada risa.

Estas "lineas" fueran lo que fueran avanzaban como un torbellino en busca de las constelaciones que sólo se podían ver desde la ciudad, y del archivero crecieron ramas luminosas claramente cibernéticas, que se dirigieron a los edificios industriales y al tocarlos los transformaron...

[Un largo silencio]

Hemos llegado a una nueva era.



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Fin de la transcripción
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La siguiente nota, que complementa la transcripción anterior se encontró en la biblioteca de Bórges, sin embargo no es seguro afirmar la autenticidad de esta.
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Sobre una desaparecida, olvidada y probablemente ficticia ciudad de potente industria informática algunos rumoran que poco después de ciertos eventos de los que no se encuentra registro alguno, toda aquella ciudad ardió en llamas lo cual es la causa de su desaparición y de su olvido. Otros afirman que un "archivero" fue proclamado dictador y fue llamado "El Gran Ordenador". Éste tuvo un corto reinado al cabo del cual sucumbió a la locura devorando la ciudad, lo que condujo a la ciudad primero a un colapso y finalmente a una explosión que la hizo desaparecer por completo. Unos últimos argumentan que o tal lugar nunca existió o se encuentra localizado "ahí donde nadie puede ir" razón por la cual no se puede afirmar con veracidad alguna que tal lugar existe o existió jamás.

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Fin de la nota.
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martes, 9 de octubre de 2007

Un minuto a toda velocidad (V)

...y por alguna razón me encontraba corriendo, aunque eso no es lo importante. Sí, no importa por qué razón corría, sino que lo hacía, y desesperadamente. Me encontraba como perseguido, pero no tenía tiempo de voltear atrás, pero si, había un abismo que me perseguía, y su espesa negrura me hablaba como agua turbia. Sí, corría sobre la tierra que era una rueda de molino, o más bien la banda de la rueda de un molino, y sus aspas como un ventilador me empujaban hacia el abismo, o el agua turbia que me perseguía. Pero corría a toda velocidad sin pensar en nada, sólo sentía mi corazón y mi estomago, mis intestinos, mi cerebro tratando de procesar cada movimiento hasta llevarlos al punto de la automatización, y por lo tanto de la anulación de mi cerebro, mi ordenador, mi razón (si, uno viene después del otro, como si ellos se encontrasen pegados a la banda de la rueda de molino, siempre sucesivos, siempre otra vez ellos mismos y su desaparición). Todas mis víceras también se retorcían al igual que un tacómetro.
Y de pronto mi alma se quedó atrás, tremendamente cansada y mi cuerpo continuó su recorrido como gallina degollada, y ese agujero que la perseguía continuó con su persecución, y ella misma se tornó sin sentido, sin nadie a quién perseguir y sin nadie que en teoría debería estar narrando esto, esta trama que es realidad imposible de narrar dado que yo ya no soy yo, simplemente ya no soy, así como mi cuerpo ahogándose en las aguas, retorciéndose y gritando, eso sí, gritando, pero sin nadie que lo escuché, un infante en reversa, ya tampoco es el mismo y se ha tornado "cosa que corre en agujero negro que devora"...


and in the end nothing was solved, but nothing mattered anymore

pues si, finalmente he caido en la trampa

de los teleconmutadores o como sea que se le llame a ese circulo vicioso de las llamadas en espera de las compañias de servicios (yo por el momento, me encuentro en estos momentos atrapado en las redes telefónicas de cablevisión, siendo trasferido interminablemente de "ejecutivo" en "ejecutivo").

esto finalmente parece confirmar la teoría nietzscheana del eterno retorno de lo idéntico, aunque parece que Nietzsche olvidó, por alguna razón, mencionar los anuncios publicitarios.

(seguíré esperando la atención de alguno de sus "ejecutivos"...)

50 minutos y contando...

lunes, 8 de octubre de 2007

Reflection

miércoles, 3 de octubre de 2007

Espiritus de arena (IV)

Se insinúa el afuera, luego te sacan por las grietas de un edificio en peligro de colapso. Tu cara no es normal ahora, no la percibes como siempre la has sentido, es dura y arenosa y la misma grieta que abrió un camino hacia afuera del edificio se encuentra, ahora también, en tu cuerpo igualmente arenoso. Te parte en dos. Ahora somos tu y yo.

Camino, caminamos, un poco y contemplo la estela de arena que flota sobre la calle, permanece ahí donde estuvieron nuestros pasos como si se tratara del tiempo tendido sobre la eternidad.

-La calle está desolada-me dices, había olvidado que estabas ahí.

Miro a nuestro alrededor, y observo extrañas texturas transparentes; tienen forma humana, nos rodean. Sus caras expresan asombro, o terror, o desconfianza, tal vez un grito o una risa reprimida (en verdad no lo sabía decir). Lo que siento es que nos miran como si fueramos fantasmas. Te digo todo lo que pienso. Ellos me parecen planos, planos sobre planos, transparentando cada uno aquel que tiene detrás. Primero está su ropa que al transparentarse muestra su cuerpo cubierto de piel, y este nos deja entrever de la misma manera sus órganos, y así sucesivamente hasta hacernos ver lo que parece ser un vacío final.

-¿Los miras?-me dices- ellos también tienen fracturas como la nuestra, aunque las suyas se encuentran un poco mejor disimuladas, bajo la ropa o maquilladas, en las axilas y otros lugares recónditos como los genitales. De hecho, me parece que todos ellos -¿serián miles?- tienen genitales femeninos.

-¿Y nosotros?- Ya hemos olvidado nuestro sexo.

En ese momento una de nuestras manos comienza a desgranarse. Presentimos que no nos queda mucho tiempo, antes que el último de nuestros granos se desprenda y todo para nosotros termine, quedando así esparcidos por todo el mundo como puntos volátiles que lo penetran todo. Perteneciendo a lo que sea y siendo nada.

A veces la tierra habla, nos susurra y nos sacude en su lenguaje primitivo.

Tenemos muchas preguntas y nos falta comprensión. Corremos en la búsqueda de Él, antes de que el viento y el tiempo nos den por terminados.

Love After Love

The time will come
when, with elation,
you will greet yourself arriving
at your own door, in your own mirror,
and each will smile at the other’s welcome,

and say, sit here. Eat.
You will love again the stranger who was your self.
Give wine. Give bread. Give back your heart
to itself, to the stranger who has loved you

all your life, whom you ignored
for another, who knows you by heart.
Take down the love letters from the bookshelf,

the photographs, the desperate notes,
peel your own image from the mirror.
Sit. Feast on your life.

-Derek Walcott