jueves, 27 de septiembre de 2007

Sentidos (II)

Soñaba,
las texturas
fuera de orbita,
texturas
y colores
no podían existir.
Despertar
un poco
sobre el jardín.
y
volver a
cerrar los ojos
volver
a sentir
texturas y colores
y
el olor
sobre el pasto:
cabello
abierto, nacido
de la tierra.

Vida,
madre, vagina,
otra vez recostado
en el diván
sobre recuerdos
emergen
entre
texturas y
colores, también olores.

Parto
un camino
desde el tranvía
uterino,
nacimiento de
la dulce tierra.
Despieta
otro sentido
olores, colores, texturas,
gusto.

El busto
de la madre.
Desbordamiento
de fluidos
conduciendome con inercia,
por sus senderos
del pasado,
eternamente:

Vida,
madre, vagina
desde el nacimiento:
delirios
y sentidos
imagenes del mundo.
Nada de ello
exsitía antes,
ahora
imagino,
y finalmente
escucho la voluntad.

Poco a poco emergieron las palabras y poblaron el jardín de diferencias y accesos a lugares comunes, pero al final la mística desapareció, y los dioses se alejaron cansados del mundo, buscando refugio dentró de lo desconocido.

Otra vez la tierra quedó desolada y las palabras se disolvieron y esperan nuevamente el parto, la ruptura de la tierra y el calmor desde las profundidas que hagan surgir nuevamente todos los sentidos que son infinitos. Esperan nuevamente que los tiempos se desplieguen poblando la tierra y se entrecruzen formando espacios en sus puntos de encuentro, los expandan mientras se alejan unos de otros y los revienten finalmente haciendo desaparecer todo lo creado. Así la dinámica del mundo es siempre la misma, es siempre y unicamente: dinámica.

La tierra también adquirió forma y se disolvió en los oceanos y los oceanos a su vez se perdieron en la infinitud, mezclandose con los dioses. Todo se inflama, estalla, y hay clamor nuevamente, el grito fulgurante de un recién nacido.

Soñaba.

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