lunes, 5 de mayo de 2008

Un cuento de un bolillo

En el camino de migajas pienso, en sus imágenes que son dibujadas cuando conectamos puntos como un camino de migajas que recuenta nuestros movimientos y nuestro desplazamiento y nuestra historia y se mueve con el viento-tiempo y hace aparecer nuevos caminos que caminamos cuando recordamos como el blog-camino-de-migajas que desvanece en metáforas la historia, nuestra historia documentada que desaparece en banalidades o metáforas o metáforas banales y de la banalidad de nuestras metáforas, nuestras simples imágenes de la cotidianidad, nuestras migajas, no olvidemos que siempre hablamos de ellas, y que ellas son este blog y este post y estas palabras mismas como migajas por las que recorre ahora tu pensamiento ahora y que no olvide su camino aún cuando el camino se haya olvidado de nosotros, porque las migajas son nuestro camino aun cuando los pájaros-tiempo devoran nuestras migajas y nos producen el olvido, recordamos que el camino existe y existirá siempre ahí donde las migajas no hayan desaparecido y es ahí donde encontramos a los nombres y a aquellas imágenes como marcas, manchas, quemaduras en los troncos de los árboles del bosque que jamás olvidaremos, como los claros que habitamos o habitábamos y al menos derramaremos una lágrima-migaja al recordar cuando volvamos a leer los pocos caminos que dejamos desparramados en estas manchas virtuales donde nos leemos y leemos nuestra banalidad y nos leemos como metáforas banales, circulares, móviles, cuadráticas exponenciales (rememoraciones fantaseadas),lineales y estáticas,o sintéticas como él punto con forma de migaja, y no olvidaremos jamás que toda frase es móvil y frágil y suave cómo un camino hecho de moronas de pan.

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