miércoles, 27 de junio de 2007

mi esqueleto

No se si ya lo había dicho, pero en algún momento de mi vida mandé a hacer una réplica de mi figura, o bueno, de una parte de ella: mi esqueleto. Era rara y tenía algunos defectos, así que la tiré de las escaleras pero no le pasó nada. En cambio yo sentía un terrible dolor, no era el dolor de un hueso, más bien, se localizaba en mis órganos internos: los riñones y el hígado sobretodo, y también un poco en el bazo (fue la primera vez que tuve conciencia de él).
Me encontraba nervioso.

Sentí reavivarse una extraña sensación en mi estómago, algo se movía con intensidad, se desplazaba de un lugar a otro, como si estuviera cayendo por las escaleras. Se que lo hacía.

Recordé como me despreciaban en secundaria.



***



Otro día le contaba a alguien como me deprime saber que mi esqueleto no está bien. Me miraba atentamente, sin percibir claramente como es que mi esqueleto no se encontraba en buen estado. Era un daño invisible, estaba escondido en un closet, no le permitía salir de ahí excepto una vez cada semana cuando lo sacaba a tomar el sol y lo sentaba a mirarse al espejo. Mientras balbuceaba "yo estoy más jodido que hace cuatro meses", me respondió: Parece no obstante que existe una tercera posibilidad: cuando decir es hacer...

No hay comentarios: